El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta una pequeña muestra sobre el primer movimiento abstracto americano: el sincromismo, que significa “con color”. Creado en París por los estadounidenses Morgan Russell (1886-1953) y Stanton Macdonald-Wright (1890-1973), es uno de los ismos de la modernidad menos conocidos en Europa. En pleno auge del futurismo, el cubismo y el simultaneísmo, ambos artistas se dedicaron a indagar en el uso del color para evocar la forma y el espacio, y lo convirtieron en un elemento expresivo y formal independiente.
La muestra incluye ocho obras procedentes de la Vilcek Foundation de Nueva York. Son estudios sobre papel, óleos sobre lienzo y carteles pintados a mano con los que descubrir la gestación y evolución de este experimento artístico, cuya actividad más relevante va de 1912 a 1916, un periodo en el que se multiplicaron las búsquedas de la sinestesia en la pintura. Los acompaña una selección de nueve cuadros de la colección permanente, de artistas como Sonia Delaunay, Theo van Doesburg, Frantisek Kupka y Patrick Henry Bruce, que completa una visión del panorama europeo en el que surge este movimiento.