El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha visitado esta mañana, junto con el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, las obras del parque urbano de la plaza de Nueva Orleans, situado en la zona central del distrito de Ciudad Lineal. El parque está siendo reformado integralmente para dar solución a las deficiencias detectadas y potenciar los espacios de reunión y descanso.
Almeida ha defendido la importancia de este tipo de intervenciones urbanas sostenibles que pretenden mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en general y de los jóvenes y mayores en particular. “Lo que se pretende es mejorar la calidad de vida en la ciudad de Madrid porque cada vez va a ser más imprescindible. Tenemos que hacer una ciudad más cercana, más habitable y más agradable. Una ciudad más preparada para afrontar los embates de pandemias como la que hemos sufrido y como la que venimos sufriendo”, ha subrayado. Por ello, ha afirmado que el Gobierno municipal debe focalizar todos sus esfuerzos en crear “una ciudad en la que todos nos podamos identificar, reconocer y mejorar nuestra vida con este tipo de operaciones, localizadas, puntuales, pero que afectan al corazón de los barrios, porque Madrid se construye desde los barrios”.
La zona, con una superficie aproximada de 10.150 metros cuadrados, se configura como un parque urbano que conecta las calles Torrelaguna, Condesa de Venadito y avenida de Badajoz. El proyecto se inició el pasado 27 de mayo, tiene una duración de cinco meses y cuenta con un presupuesto de 572.308 euros.
Esta zona verde es un espacio de conexión entre varias calles y centros de atracción comercial, por lo que se va a mejorar la red de caminos interiores creando recorridos accesibles entre todos los accesos. Esta remodelación dará más anchura a los espacios, suavizará las pendientes y hará más cómodos los pavimentos.
En el aspecto medioambiental, se realizarán plantaciones de árboles y arbustos que sustituirán a los que se encuentran en mal estado. Se situarán de forma que no generen barreras visuales y faciliten la visión desde el exterior de la plaza con el objetivo de aumentar la sensación de seguridad entre los peatones. Paralelamente, se renovarán las zonas de césped, que se limitan a las zonas más soleadas de la plaza, donde es más factible su desarrollo y conservación.
Los árboles que se plantarán son especies de gran porte y hoja caduca, como los almeces (Celtis australis), con la intención de que den sombra a los caminos que atraviesan el parque. Se añadirán otros ejemplares con flores coloreadas y menor porte, como el árbol del amor (Cercis siliquastrum), que señalizarán accesos desde el exterior o los cruces de caminos interiores.
En los taludes que definen los límites norte y este del parque se plantarán dos grandes conjuntos de arbustos perennes con las mismas especies que las utilizadas en los accesos al parque. Se trata de mirtos (Myrtus communis), diversas variedades de enebros (Juniperus communis, Juniperus horizontalis, Pfitzeriana aurea o Juniperus sabina) y romero (Rosmarinus officinalis).
Respecto al riego, se renovará el sistema automático donde existe y se ampliará a las zonas de nuevas plantaciones. Además, la infraestructura de recogida de aguas pluviales se sustituirá por otra más moderna con tuberías de drenaje enterradas en las zonas estanciales más significativas (infantiles, de mayores y circuito canino). En los laterales de los caminos principales, zonas bajas y taludes se instalarán cunetas de hormigón con rejilla.
El parque dispone de un área infantil que va a ser ampliada y se construirá otra nueva en las cercanías de la calle Torrelaguna. En la primera se incorporarán nuevos elementos: un columpio-cesta y un balancín de mayor anchura de la habitual. En la segunda se colocarán juegos como el muelle, carrusel y casa con torre y red.