El delegado del Área de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, se encuentra hoy en la ciudad de Lieja (Bélgica), participando en la Asamblea del Foro Europeo para la Seguridad Urbana. Javier Barbero ha acudido como presidente del Fórum Español para la Prevención y la Seguridad Urbana (FEPSU), que en su asamblea celebrada el 7 de febrero de este año en l’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), decidió que el Ayuntamiento de Madrid asumiera la presidencia de este foro, tomando así el relevo a la ciudad catalana.
A lo largo de la jornada de hoy se realizará un balance de la conferencia «Seguridad, democracia y ciudades: coproducción de seguridad urbana», que tuvo lugar en Barcelona en noviembre pasado, y se realizará una presentación de las actividades y proyectos planificados para los próximos años.
La reunión concluirá con la elección del Comité Ejecutivo. En la asamblea de hoy se encuentran representante de las ciudades europeas que forma parte del Foro Europeo para la Seguridad Urbana como Burdeos, Bruselas, La Haya, París, Milán, Lisboa, Lyon, Rotterdam, Viena, Malmo, Oporto, Florencia, Génova, Múnich o Marsella, entre otras. También están presenten diversas ciudades españolas con presencia en el Fórum Español para la Prevención y la Seguridad Urbana, al que pertenece Madrid desde 2016, como Barcelona, Málaga, Zaragoza, Las Palmas de Gran Canaria o l’Hospitalet de Llobregat.
Trabajo coordinado y preventivo
Asumiendo la presidencia del foro español, el Ayuntamiento de Madrid reafirma su compromiso con el Foro Europeo para la Seguridad Urbana en su objetivo de que las administraciones locales trabajen de manera coordinada y ocupen un papel primordial en políticas públicas de seguridad. De este modo se trata de redoblar los esfuerzos para el fomento y la defensa de estrategias preventivas, así como para la promoción de estudios sobre problemas y cuestiones vinculados a estas temáticas.
En el foro estatal se apuesta sin ningún género de dudas por unas políticas públicas de seguridad basadas en la protección a las personas a través de una apropiación ciudadana de la ciudad y de los espacios públicos; en la política de inclusión social orientada a la promoción de la ciudadanía y la cohesión social y territorial del municipio; y en el fortalecimiento de los valores y actitudes cívicas de respeto, tolerancia, solidaridad y colaboración que permitan una mayor interacción entre todos y todas, y eviten la segregación sociocultural, el etiquetaje y la exclusión social.