El fútbol es, sobre todo, cuestión de goles. Más allá de ser el objetivo
final de cada equipo para poder hacerse con la victoria, el deporte más popular
y seguido del mundo tiene en los goleadores los elementos más vibrantes y más influyentes. Si bien no hay que juzgar a un futbolista solamente por el hecho de marcar un gol, está claro que es a través de estos que se mueve el marcador y se registran las victorias. Y en la época moderna, entre tantos goleadores, el que más destaca hoy en día es, sin duda, Cristiano Ronaldo. El delantero luso del Real Madrid, que ha vivido una transformación a nivel táctico y posicional en los últimos años, es ya el mejor anotador de la historia de la Champions League y, tras un inicio débil, se ha colocado tercero en la clasificación del mejor anotador de la Liga Santander detrás de Lionel Messi y Luis Suárez.
Desde el principio de 2018, el número 7 blanco ha despertado de un sueño en
el que había caído en los meses anteriores, volviendo a demostrar su calidad en
el ataque y sobre todo su eficiencia de cara a la portería rival. En lo que va
de año Cristiano ha marcado más goles de todos los demás delanteros europeos, pero sobre todo ha sido terriblemente decisivo en algunos encuentros muy importantes. Su exhibición tanto en octavos como en cuartos de Champions League, con 6 goles en cuatro partidos, ha dejado boquiabiertos a todos pero, sobre todo, ha confirmado su excelente estado de forma. Desde que Zinedine Zidane decidió moverlo de la banda izquierda al centro del ataque, el luso no ha parado de marcar, aprovechando mejor sus capacidades físicas y corriendo menos alrededor del campo y más hacia la portería rival.
Ronaldo,una mezcla de sangre fría y carácter
Capaz de meter goles en varias maneras , Ronaldo ha dejado claro que hasta que jugará a altos niveles no dejará de buscar la gloria a través del gol. Su tanto contra la Juventus en el tramo final de la vuelta de cuartos de final es una mezcla de sangre fría y carácter. Tras 4 minutos de protestas por parte de los italianos, que gritaban que la falta de Benatia sobre Lucas Vázquez no merecía ser pitada, el luso colocó el balón a la escuadra y dio el pase a semifinales al Madrid, desatando la locura en el Santiago Bernabéu. Ganador del último Balón de oro, Cristiano ha entendido que en el tramo final de esta temporada deberá hacer de todo para poder volver a ganar tanto la Champions como su trofeo individual favorito.
Con 33 años, Cristiano parece no querer ni hacerse mayor ni dejar su sitio de titular de la delantera del Real Madrid. La lucha para otra Champions es su enésimo objetivo, antes de prepararse para el mundial de Rusia, que podría ser el último de su carrera. Una carrera llena de gloria y sobre todo de goles.