FACUA-Consumidores en Acción considera aberrantes e impropias de un Estado laico las reglas impuestas por el Gobierno para aprobar la asignatura de Religión en la Enseñanza Primaria y la Educación Secundaria Obligatoria (ESO).
El Boletín Oficial del Estado (BOE) del 24 de febrero recoge dos resoluciones (1849 y 1850) de la Dirección General de Evaluación y Cooperación Territorial del Ministerio de Educación por las que se publica el currículo de la enseñanza de Religión Católica de Bachillerato.
FACUA considera inaceptable que el Gobierno asuma punto por punto las imposiciones de la Conferencia Episcopal Española para adoctrinar a los estudiantes en ideas como «reconocer la incapacidad de la persona para alcanzar por sí mismo la felicidad».
«El ser humano pretende apropiarse del don de Dios prescindiendo de Él. En esto consiste el pecado. Este rechazo de Dios tiene como consecuencia en el ser humano la imposibilidad de ser feliz». Éstas son algunas de las frases publicadas en el BOE, que recogen los currículos de la enseñanza de la religión católica determinados por la Conferencia Episcopal.
Entre los criterios de evaluación, además de «reconocer la incapacidad de la persona para alcanzar por sí mismo la felicidad», el alumno debe asumir y «comprender el origen divino del cosmos», además de asumir que éste «no proviene del caos o el azar». Aplicando esto, los estudiantes de la ESO deberían optar por aprobar la asignatura Religión o las de Ciencias de la Naturaleza y Física y Química.
Los estudiantes también deberán «conocer y aceptar con respeto los momentos históricos de conflicto entre la ciencia y la fe, sabiendo dar razones justificadas de la actuación de la Iglesia». Así, los alumnos tendrán que aceptar y justificar las numerosas aberraciones cometidas por la Iglesia Católica en la historia en sus enfrentamientos con la ciencia, entre los que se incluyen numerosas condenas a científicos y los crímenes de la Inquisición Española.
FACUA considera inaudito que el que ha aprobado estos requisitos en la asignatura de Religión sea el mismo Gobierno que eliminó la asignatura de Educación para la Ciudadanía con el demagógico argumento de que incurría en el «adoctrinamiento ideológico» y provocaba «una seria división en la sociedad», según el ministro José Ignacio Wert.
Curiosamente, las resoluciones publicadas en el BOE aseguran que «lejos de una finalidad catequética o de adoctrinamiento, la enseñanza de la religión católica ilustra a los estudiantes sobre la identidad del cristianismo y la vida cristiana».