El Sindicato de Enfermería SATSE acusa al gerente de la AMAS de desconocer la realidad de las residencias públicas de mayores tras una reunión que califica de infructuosa. Alrededor de 200 profesionales interinos perderán su empleo al finalizar sus contratos, mientras la Agencia Madrileña de Atención Social solo ofrece contratos de tres meses como alternativa, según denuncia la organización sindical.
La reunión con el gerente Juan Manuel Miranda no ha aportado soluciones al problema estructural que atraviesan las residencias públicas dependientes de la AMAS. Recesvinto Valiente, delegado de SATSE Madrid, señala que la Administración considera la falta de enfermeras como un problema menor y mantiene la percepción de que estos profesionales son prescindibles.
Las Ofertas Públicas de Empleo convocadas quedan desiertas al presentarse menos candidatos que plazas disponibles. Los delegados Juan Antonio García Delgado y Recesvinto Valiente explican que las enfermeras pueden elegir entre múltiples ofertas laborales y optan por centros con mejores condiciones, quedando la AMAS a la cola en retribuciones y conciliación.
Los profesionales de la AMAS carecen de Carrera Profesional activa, mientras que la aprobada por otros sindicatos les perjudica frente a sus compañeros del Sermas, que perciben cantidades superiores y acceden antes a la promoción. La conciliación resulta imposible debido a los continuos cambios de turno derivados de la precariedad de plantillas.
Las bajas no se cubren y los doblajes no se permiten tras la decisión de los comités sindicales de que todo el personal debe doblar o ninguno. La situación afecta directamente a los residentes, cada vez más mayores y necesitados de cuidados especializados de enfermería y fisioterapia.
SATSE denuncia que la Administración regional carece de un Plan de Acción para las residencias públicas y de voluntad política para resolver un problema enquistado durante años. La organización sindical reclama mejoras en las condiciones laborales y económicas para evitar la fuga de profesionales hacia centros con mejores ofertas.
La previsión indica que un porcentaje alto de profesionales rechazará los contratos de tres meses ofrecidos por la AMAS, agravando la precariedad en unos centros donde la presión asistencial ha aumentado considerablemente respecto a décadas anteriores.