Portugal es el punto de partida de la búsqueda que el dramaturgo, actor y director italiano Pippo Delbono lleva a cabo en Amore, un espectáculo que presenta en Teatros del Canal el 31 de enero y el 1 de febrero. Este creador que desde los años 80 ha creado numerosos espectáculos que han marcado la historia del teatro contemporáneo, traza ahora un recorrido lírico y musical por la geografía portuguesa y países que fueron sus colonias (Angola y Cabo Verde) tras las huellas de un término, “amor”, no entendido solo como sentimiento sino como un estado del alma.
En esa búsqueda emplea la música del fado y la palabra poética de Carlos Drummond de Andrade, Eugenio De Andrade, Daniel Damásio Ascensão Filipe, Sophia de Mello Breyner Andresen, Jacques Prévert, Reiner María Rilke y Florabela Espanca.
“Este espectáculo -cuenta Pippo Delbono- presenta una doble versión del amor. Por un lado -y aquí son los textos los que toman la palabra- todos vamos en busca de ese amor, tratando de rehuir el miedo que nos asalta. En ese viaje tratamos de evitar ese amor, aunque reconocemos siempre su urgencia; lo busco, lo deseo, y es eso, justamente, lo que amedrenta. Pero por otro lado el camino -hecho de música, voces, imágenes- consigue al final, tal vez, llevarnos a una reconciliación, a un momento de paz en el que el amor consiga manifestarse más allá de toda forma de miedo”.
Al comenzar Amore, entra en la sala Del Bono vestido de blanco y se sienta entre los espectadores ejerciendo de maestro de ceremonias. Recita poemas y en el escenario empiezan a sucederse una serie de momentos protagonizados por doce actores, que dicen su texto, su poema, o lo dice el director mientras aquellos bailan o cantan. No hay personajes ni trama. Solo el fado y la poesía para alabar la belleza y el dolor del amor, del desamor y de la necesidad de amar.
Con este montaje, que se representa en versión italiana con sobretítulos en español, Pippo Delbono regresa a Madrid después de una visita anterior en 2021, donde presentó La gioia en el Festival de Otoño. Ambas son muestras ejemplares de una trayectoria que hunde sus raíces en los años 80 y que en 1997, con la creación de Vagabundos, giró radicalmente tras su encuentro con personas proveniente de situaciones de marginalidad y diversidad, que incorporó a sus espectáculos. Estos se caracterizan por un flujo continuo de investigación en teatro, poesía, música, cine y danza, y han sido representados en prestigiosos teatros y festivales de todo el mundo.
Además del teatro, con montajes como El tiempo de los asesinos, La rabia, El silencio, Delbono ha dirigido películas como Guerra, presentada en la Mostra de Venecia y elegido mejor filme en los premios David de Donatello de 2004, El miedo y Sangre (exhibidos en el Festival de Locarno). En ópera ha dirigido, entre otras, Estudio para una obra maestra, Don Giovanni de Mozart y Payasos.