“El arte es mi forma de no morir”. Iván Forcadell (Alcanar, Tarragona, 1993) ha vivido desde su infancia entre papeles, lápices de colores y telas, haciendo del arte su instrumento para expresarse y un canal para vivir libremente. Su trabajo, marcado por su experiencia de vida, el folclore y por su decisión de afrontar lo considerado incómodo para la mayoría, ofrece un pintoresco e iconográfico paisaje personal de la España profunda y rural que forma parte ya, pese a su juventud, de importantes colecciones como Fundació Lluís Coromina (Girona), Soho House Group (Mumbai, Ámsterdam y Barcelona), Fundació Vila Casas (Barcelona) o EINA Foundation (Barcelona), entre otras.
La obra de Iván Forcadell, uno de los artistas menores de 30 años más prometedores de España, aterriza ahora en WE COLLECT con su esperadísima primera individual en la capital donde muestra su excéntrico y particular universo pictórico. Titulada “Remedios Matamoros Fibla” en honor a su abuela, la gran campesina de su tierra, la exposición narra a través de un impactante recorrido por diferentes disciplinas —pintura, dibujo, instalación, escultura, mural, performance, costura o tapiz— la situación de la mujer en la agricultura y el mundo rural. “He querido hacer un homenaje a esta figura histórica y fundamental en la agricultura que ha sido siempre la mujer. Constantemente oculta, incansable trabajadora pero a la vez eterna criada…”, comenta el artista.
Tras trabajar como pescadero, camarero y granjero durante su época de estudiante, Forcadell se trasladó de su Alcanar natal —una pequeña localidad de agricultores situada en el sur de Cataluña— a Barcelona para cursar Diseño y Dirección de Arte en la Universidad EINA. “En este punto comencé a vivir el arte de una manera más intensa y propia, a hacerlo mío. Descubrí que debía trabajar la esencia de la obra, no el objeto como tal. En un mundo tan hipersaturado y sobreestimulado como el que vivimos, lo único que creo que perdura al paso del tiempo es la esencia de lo que haces, más que una pieza concreta. Esto me permite como artista trabajar en diferentes lenguajes para hablar de lo que me interesa, no solo la pintura o el dibujo”. Lo mismo hace con los materiales, que descontextualiza obsesivamente en un intento de anacronía o de perpetuar su obra constante en su trayectoria: diferentes tipos pinturas, lápices, poliuretano, textiles y bordados, hierros, maderas, cemento, gotelé, objetos encontrados, papeles, grabados antiguos, mobiliario art déco, material quirúrgico, punto de cruz… “todo lo que manche o dé volumen me sirve para crear”.
En los últimos años, Forcadell ha llevado a cabo numerosos proyectos y exposiciones dentro y fuera de España, entre las que destacan individuales como “El inicio del segundo Acto”, Fundació Lluís Coromina, Barcelona, 2019; “Flux Cutting”, Foco Gallery, Lisboa, 2019; “El sueño de lo rural produce monstruos”, Deseo Gallery, Barcelona, 2018; “Garden”, Pilar Riberaygua Gallery, Andorra, 2017; o “Vamos a la Playa”, Eina Foundation, Barcelona, 2016. También ha participado en varias colectivas como “Finesterre 44”, La Coruña, 2018; “Gala Contra el Sida (People in Red)”, Barcelona, 2017; “Los Semejantes”, Barcelona, 2017; “Porsche”, Barcelona, 2017; “Le Bath”, Galeria 8 P.M, Barcelona, 2017; o “Barcelona Design Colective”, Barcelona, 2017. En 2017 colaboró con la firma de moda Teresa Helbig y en 2018 con la diseñadora Anna Cortina, para la cual realizó una intervención en una serie limitada de accesorios. “Para comprender mejor mi universo, recomiendo leer los Diez Mandamientos”.