El Museo Sorolla, museo de titularidad estatal dependiente del Ministerio de Cultura, y la Fundación Museo Sorolla presentan la exposición ‘Sorolla en 100 objetos’, con la que culmina el programa expositivo que, durante el último año, ha conmemorado el centenario del fallecimiento del Joaquín Sorolla Bastida (1863-1923). La muestra plantea un acercamiento a la figura del ‘pintor de la luz’ mediante cien microhistorias hilvanadas a través de la materialidad de los objetos con que rodeó su existencia. La nueva propuesta sucede a las exitosas muestras ‘Sorolla. Orígenes’, ‘¡Sorolla ha muerto!, ¡Viva Sorolla!’, ‘En el mar de Sorolla con Manuel Vicent’ y ‘Sorolla, viajar para pintar. Otra visión de España’, que han batido cifras record al superar en su conjunto los 372.350 visitantes.
La exposición ha sido comisariada por Covadonga Pitarch Angulo, quien ha realizado un minucioso trabajo de investigación con el objetivo de descubrir al pintor a través de una selección de objetos cotidianos, curiosos, raros o exóticos atesorados por la familia del artista: cartas, fotografías, dibujos, pinturas o el pasaporte del pintor, así como objetos coleccionados por el propio Sorolla como los que hoy integran su biblioteca: un capitel califal del siglo X o un relieve de la Santísima Trinidad del siglo XVI. Las piezas transmiten recuerdos personales, relaciones familiares, amistades profesionales, pasiones coleccionistas, arraigos o aspiraciones y hoy conforman la esencia del Museo Sorolla.
La exposición se articula en 16 secciones que permiten trazar una biografía “algo desordenada y necesariamente fragmentaria”. Se abre con la historia de su infancia bajo el título ‘De la tragedia a la felicidad. Las familias del pintor’ para, a continuación, profundizar en sus años de juventud con la sección ‘Roma’, ciudad en la que estudia cuatro años y forja importantes amistades como la relatada en la sección ‘Pedro Gil Moreno de Mora. Historia de una amistad’. Por su parte, ‘Un valenciano en Madrid’ reúne una serie de piezas que ilustran cómo Sorolla se sintió siempre apegado a su tierra natal. Las secciones ‘Un camino a seguir’ y ‘La escuela valenciana’ ahondan tanto en sus fuentes de inspiración como en su papel como máximo exponente del grupo.