El delegado del Área de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha participado hoy en la suelta de 8 ejemplares de galápago leproso (Mauremys leprosa), una especie protegida y autóctona española, en el río Manzanares con el fin de mantener la biodiversidad de nuestros ríos y zonas verdes.
Los galápagos han sido recuperados en el hospital de fauna salvaje del Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (GREFA), con sede en Majadahonda (Madrid). Los ejemplares liberados son de diferente sexo para facilitar su reproducción en libertad y también son de distintas edades, desde jóvenes hasta adultos. Todos ellos llevan unas marcas que no interfieren en su ciclo vital pero facilitan su identificación y seguimiento.
Estos nuevos habitantes del Manzanares se suman a los 22 ejemplares que se soltaron anteriormente, procedentes también de las instalaciones de GREFA. Se ha elegido esta zona del río, junto al puente de los Franceses, porque los galápagos leprosos son una especie propia del clima y condiciones ecológicas de este tramo fluvial.
Proliferación de especies invasoras
Aunque el principal objetivo de esta actuación es potenciar la fauna autóctona impulsando su reintroducción, también se pretende concienciar a la sociedad sobre la proliferación de especies invasoras como pueden ser los galápagos de Florida, cuya suelta en espacios naturales está prohibida. También se recomienda no dar comida a los animales silvestres porque puede perjudicar su salud y ellos ya encuentran comida suficiente en su hábitat natural.
El galápago leproso es una especie que vive entre 20 y 25 años. El Manzanares forma parte de su ambiente y desde que se produjo la renaturalización del río, el Ayuntamiento ha procedido a su reintroducción para diversificar la fauna.
Actualmente, en el Manzanares se pueden observar más de 50 especies de aves, entre ellas la garza real, la garceta, la gallineta, el chorlitejo chico y diferentes especies de gaviotas, así como fochas comunes y ánades reales. Gracias a las condiciones favorables del río también se ha detectado la presencia de diferentes ejemplares piscícolas, sobre todo barbos, especie nativa de los ríos españoles que ha pasado a ser dominante a lo largo de todo el tramo urbano.